COViSAL
For Justice & Restitution
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La Administración
Judicial del Stanford Financial Group y la Liquidación del SIBL… ¿Esperanza,
castigo, o fraude?
Familias de
América Latina son el grupo más afectado con 15,270, representando el 70% del
total de depositantes del Stanford International Bank, Ltd. (“SIBL”), y con más
de $4.000 millones de dólares en pérdidas. Depositantes de los Estados Unidos
son el segundo grupo más grande. Estas familias confiaron sus ahorros a una
empresa de un conglomerado estadounidense regulado y supervisado por el
gobierno de los Estados Unidos.
La mayoría
de los depositantes de Stanford son gente modesta; muchos son personas mayores,
enfermas, por jubilarse o familias con niños que requieren cuidados especiales.
Todos no pueden pagar por sus tratamientos médicos críticos o por sus gastos de
manutención. Un gran número de depositantes continúa muriendo mientras esperan
en vano por siquiera una pequeña porción de sus ahorros que les llegue a tiempo
para operaciones que pudieran salvar sus vidas, para tratamiento de cáncer y
otras enfermedades graves.
La realidad
es que la injusticia continua para estas víctimas mientras el Síndico del
Stanford Financial Group de los Estados Unidos y los Liquidadores Conjuntos del
SIBL en Antigua, insaciablemente persisten en generar honorarios y gastos para sí
mismos, sus abogados y otros profesionales, los únicos beneficiados hasta el
momento, cobrando millones de dólares.
El Síndico
de los Estados Unidos, Ralph Janvey, ha “recuperado” aproximadamente $240,9
millones de dólares al 31 de diciembre, 2013, y ha gastado más de $127,5
millones en honorarios y gastos. Los logros del Sr. Janvey en la recuperación
de los activos para su distribución a los depositantes han sido deficientes. De
acuerdo al Examinador John Little, “El Síndico y sus profesionales no han
identificado ningún activo significativo de Stanford o cuentas que ya no hayan
sido identificadas durante los primeros días de la administración judicial”. En
contraste, Irving Picard, el Síndico encargado de desmontar el fraude de
Bernard Madoff, ha recuperado más de $10.600 millones de dólares para las
víctimas. Esto es un 60% de los $17 mil millones en capital perdido por miles de
inversionistas en el negocio de asesoramiento de inversión de Madoff.
Les
exigimos al Síndico de los Estados Unidos y al Comité Oficial de Inversionistas
de Stanford que nos muestren el verdadero panorama de todas las demandas que
han presentado en los tribunales. ¿Cuál es el monto potencial de recuperación de
todas las demandas listadas en su reporte conjunto? ¿Qué demandas están
avanzando y cuáles no? ¿Qué hay sobre las demandas internacionales y los montos
de recuperación buscados? Si los mejores chances que las familias afectadas
tienen de una recuperación significativa son las demandas contra las grandes
corporaciones que se beneficiaron de Stanford, ¿por qué el Síndico, sus
abogados y el Comité Oficial de Inversionistas están llegando a acuerdos
extrajudiciales por centavos?
¿Quiénes
son los verdaderos beneficiados del acuerdo entre el Síndico de los Estados
Unidos y los Liquidadores Conjuntos? ¿Quiénes son los beneficiados de los
recientes acuerdos extrajudiciales?
De acuerdo
al comunicado de los Liquidadores Conjuntos publicado en el sitio web
SIB Liquidation, ellos fueron nombrados el 12 de mayo, 2011, y su misión
es “recuperar $7 mil millones de dólares en pérdidas generadas del presunto
esquema Ponzi de R. Allen Stanford, y devolverles el dinero a aproximadamente
22.000 acreedores en el menor tiempo posible”. Sin embargo, parece ser que los únicos
beneficiados son Mr. Wide, Mr. Dickson y sus colegas, quienes están recibiendo
millones de dólares en honorarios y gastos, llenándose los bolsillos a una
velocidad alarmante. El quinto reporte de los Liquidadores Conjuntos registrado
ante el tribunal de Antigua, muestra que ellos han recibido hasta el momento $8,2
millones en honorarios y gastos; su abogado líder, $11,6 millones, otros
asesores legales $14 millones, $5,6 millones en gastos operacionales, y $2,2
millones fueron prestados a filiales de Stanford. El año pasado los
Liquidadores Conjuntos anunciaron la distribución de $34,6 millones,
equivalentes al 1%, de los cuales distribuyeron $6,9 millones, y retuvieron $25
millones de familias inocentes acusadas de haber recibido pagos preferenciales.
No hemos
visto ningún esfuerzo significativo de recuperación para las víctimas; los
Liquidadores Conjuntos están usando el dinero confiscado en Inglaterra y Suiza
para pagarse a sí mismos y a sus colegas, mientras obligan a las víctimas a
pasar por un calvario para recibir una miseria. Sin embargo, sus recientes
logros es tratar de reclamar fondos de víctimas inocentes que son “Perdedores
Netos”, al enviar una carta devastadora pidiendo el regreso de dinero retirado
de sus cuentas durante los últimos seis meses anteriores al colapso del SIBL.
Es importante enfatizar que los retiros efectuados por la mayoría de estos
depositantes, durante los previos seis meses el cierre de las operaciones del
SIBL, no fueron “pagos preferenciales” como alegan los Liquidadores, pero
retiros legítimos de parte del capital invertido por los dueños verdaderos del
dinero, el cual depositaron y retiraron durante el horario normal de negocio
del banco. La insistencia de los Liquidadores Conjuntos en perseguir estos
reclamos en contra de depositantes inocentes desde un mínimo de $1.200 en
retiros, no es justificado ni por la lógica ni por la ley.
¿Qué
entidad legal honesta y transparente está supervisando los procesos de administración
judicial y liquidación? ¿Dónde está el equilibrio de poderes?
Le
exhortamos al Comité Oficial de Inversionistas de Stanford que representa los
intereses de los inversionistas de Stanford de todo el mundo, que comunique
nuestra protesta y preocupaciones expresadas en esta carta, a los tribunales y a
otras autoridades responsables del caso Stanford. Ustedes tienen un deber
fiduciario con las víctimas de Stanford, y sus decisiones y acciones deben ser
llevadas a cabo en consideración de los mejores intereses de las víctimas. Es
hora, que las víctimas de esta atrocidad sean tomadas en cuenta.
Es
inaceptable que los Tribunales de los Estados Unidos y Antigua hayan permitido
que el Síndico de los Estados Unidos y los Liquidadores Conjuntos, quienes
fueron nombrados para conservar, mantener, administrar y prevenir el malgasto y
despilfarro del patrimonio de los acreedores, y para retornar el dinero a las
familias inocentes, continúen prolongando la recuperación de los activos por
tanto tiempo, y permitan míseros
acuerdos extrajudiciales, generando interminables y exorbitantes horas
facturables y gastos, para el perjuicio de los depositantes de Stanford.
Pedimos
claridad, transparencia, integridad y equidad, y el fin a intereses económicos encontrados
que irracionalmente buscan el control sobre los activos, malgastando lo que se
recupera de nuestro patrimonio. El control del dinero no puede ser el motivo
principal para traer justicia y equidad a miles de familias inocentes abandonadas
en la pobreza y desesperación.
Le exigimos
a los Tribunales de los Estados Unidos y de Antigua, que le demuestren al
mundo, con acciones concretas e inmediatas, su compromiso con la honestidad, la
igualdad y la justicia. Familias inocentes en los Estados Unidos, América
Latina y alrededor del mundo, tienen el derecho a una restitución total de sus
ahorros.
Confiamos
en Dios que los derechos de las familias afectadas prevalecerán sobre las
manipulaciones judiciales, y que la buena consciencia será el instrumento para
impartir justicia y para darle fin a un interminable fraude.
Jaime Escalona
En nombre de COViSAL